He estado varios días en silencio quizás porque no encuentro que decir o mejor dicho como decirlo.
Ha hecho mucho calor y también ha llovido mucho, es como si la naturaleza se revelara contra los que continuamente la estamos agrediendo, así es….. respondemos de la forma como somos tratados.
Yo diariamente me trago mis sentimientos, no quiero contagiar a nadie pero la fuerza de mi propia naturaleza se revela contra quienes me agredieron brutalmente, los maldigo en silencio, una y mil veces los maldigo.
Voy de un lugar a otro con la rabia encerrada en mis entrañas, volví al trabajo y veo un río de gente que entra y sale con sus propios pesares y pienso en el mío, ése pesar que tiene forma de Bestia cual colmillos se clavan en mi estómago abriendo un hoyo negro y profundo, dejando un vacío tan hondo como la oscuridad que me envuelve desde que él no está…
En las noches el desasosiego es mayor, lo pienso, hablo con los demás haciéndoles creer que los oigo… pero no, mi mente esta embotada por mil pensamientos, me acelero, pienso en su rostro, en su noble corazón de hijo que me amaba tanto, mil preguntas me hago.
Todo el día mientras hablo, mientras camino, mientras callo yo me pregunto: ¿Por qué MATARON A MI HIJO?
¿Cuánto pesa la rabia? Debe ser mucho!!! porque yo casi no puedo caminar
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