domingo, 19 de julio de 2015

CARTA ABIERTA a Tarek William Saab




Un día como hoy domingo asesinaron a mi amado hijo, ese día me vaciaron toda por dentro, me mataron viva, desde ese día una parte de mi yace en el cementerio, en esa tumba fría donde también están los restos de mi única hermana muerta trágicamente y los de mi madre, que murió de pena.

Mi amado hijo era mi compañero, mi amigo y mi confidente… íbamos al teatro que era y es nuestra pasión, también a los conciertos de la Orquesta Sinfónica y hacíamos juntos trabajos en los campos alejados de la ciudad, con niños de escuelas rurales porque ambos creíamos que un mundo mejor para los menos afortunados era posible.

Conversaba de muchos temas relacionados con los animales, y sabía de deportes, era fanático de Alemania en el futbol y en el Beisbol le gustaba las Águilas de Zulia, sabía la vida y obra de los corredores de F1, del mundo del ajedrez, de las olimpiadas y pare de contar. De niño jugaba caimaneras en el barrio con canchas improvisadas hasta que se ponía rojo como un camarón de tanto llevar sol, también jugó para una importante escuela de futbol, pero su verdadera pasión era el teatro y el cine, el arte en todas sus manifestaciones.

Conocía la cultura Maya, le apasionaba.

Una vez fundamos una Galería de Arte para los artistas que no tenían espacio en los grandes salones, organizamos varias muestras con artistas populares, hacíamos una exposición cada dos meses, realmente fue una época llena de satisfacción porque estábamos como “pez en el agua” hasta que llegó una Directora chavista y nos obligó a cerrar la galería porque “dizque eso no era importante para la revolución”

Para muchos él además era mi guardaespalda, siempre atento a cuidarme y evitarme malos momentos, por eso hoy cuando la gente mala me hace daño sé que lo hacen porque él ya no está, saben que estoy sola y vulnerable.

Ya no rio como antes y la vida perdió esa magia que me daba su sonrisa, sabe? Mi hijo tenía los ojos color miel y su cabello también era de ese color y con el sol parecía espigas de trigo suaves … era divertido y creativo, hacía imitaciones que toda la familia disfrutaba, sus chistes realmente eran para gente inteligente! pero además era misericordioso con sus semejantes, era fácil de conmover.

En las mañana camino al liceo me obligaba a oír La Mega con Luis Chataing, Miguel Arias y Erika de la Vega, ese era el humor que él disfrutaba. (sé que estos personajes no son de su agrado, pero quiero que sepa quién era mi hijo)

Un día contra mi voluntad se inscribió en el movmiento MVRJuventud junto a unos amigos adolescentes igual que él, el enamoramiento le duró hasta que vió a Joao de Gouveia disparar en la plaza Francia de Altamira contra personas inocentes, y en vez de una condena enérgica contra ese vil suceso vió en la Televisión al presidente decir que ese sujeto "era un caballero" se indignó, él no era político, era un artista en busca de los sueños.



Mi hijo me hacía darle propinas a los maromeros de los semáforos porque creía que era el arte de los artistas pobres, a veces cuando voy sola y veo alguno en un semáforo siento que él me dice: “dale algo ma que hay mucho sol y ellos se ganan la vida así”

Los domingos para mí son una agonía, a veces no me levanto de la cama, no me baño… es como si un pesado bloque de concreto me aprisionara y no pudiera levantarme,  solo quiero que se termine el día rápido, pero mientras las horas pasan en el reloj para mí el tiempo se detiene, una y otra vez.

Mi hijo olía especial… tenía una boca hermosa y sus dientes eran disparejos pero a mí me parecía que le quedaban bellísimos! Puede usted creerlo?  tenía unos brazos largos con los cuales me rodeaba completa y me levantaba del piso, todos los días en la cocina de nuestra casa nos quedábamos conversando hasta la media noche . Hablábamos de tantas cosas!

Él quería ser Director de Teatro y lo que más soñaba era escribir un guión para mí y dirigirme… me decía que yo era hermosa y que seguro una vez en el escenario apenas se subiera el Telón, todos caerían rendidos a mis pies… 

Ése domingo lo mandé a comprar pan para almorzar, su plato se quedó servido al lado del mío… no regresó. Dos disparos en su cabeza acabaron con sus sueños y con los míos… ya no habrá obra de teatro, ni escenario, ni publico… en realidad señor Defensor del Pueblo, lo que hay es un hueco enorme en mi pecho que atraviesa mi cuerpo y por allí se escapa mi aliento… mi respiración… mis fuerzas… por allí se me escapa hasta las ganas de vivir.

Por eso le insisto tanto que interceda por los presos políticos a expensas de recibir críticas de gente que piensa que pierdo mi tiempo pidiéndole justicia a UD. para hombres y mujeres que son padres, madres, hijos, hijas… LA PIDO porque detrás de esas vidas que se agotan en unas celdas hay madres que pierden el tiempo sin abrazar y besar a sus hijos… o ellos, esos presos y presas se privan de tener entre sus brazos a sus hijos… son madres como yo a quienes se les va la vida como condenadas a una pena de muerte en cámara lenta… mucho más cruel y dolorosa.

Estar preso es como morir un poco cada día, pero es una muerte colectiva donde participa toda la familia del preso y en el caso de nuestro país, también agoniza la esperanza de una nación, sin libertad, sin justicia y sin paz.

Yo diría Sr. DEFENSOR DEL PUEBLO que quienes  aplican esa pena de muerte sienten un sádico placer de tener el poder de aniquilar la vida de otro ser humano… 

Yo, ya no podré volver a tocar a mi hijo, ni abrazarlo, ni apretarlo contra mi pecho, ni olerlo… ni oír su hermosa voz… ni contagiarme con su risa, para mí ya no hay tiempo, me robaron el alma… a veces creo que ya no tengo entrañas.

En este terrible dolor me acompañan miles de madres venezolanas, que se van secando de impotencia como yo sin el consuelo de la justicia, resignadas a la ausencia eterna.

Que me queda? Implorar porque no hayan madres como yo… resistir espiritualmente para darle fuerzas a las que cada día se suman violentamente a este nefasto circulo de madres muertas en vida, cascarones vacíos que deambulan aferradas unas a su fe, otras a la esperanza de una justicia que no llega y que robustece a la impunidad, sumando al dolor de la tragedia la rabia de sabernos ignoradas por el estado que falló en su obligación de garantizarnos la seguridad y la integridad de nuestras vidas.

Cuando ud. Abrace y bese a sus hijos por favor acuérdese de mí, y de

Araminda González, de Rosmit Mantilla, Eduardo Enrique García, Nixon Alfonso Leal, Angel Armando Contreras, Renzo David, Yeimi Varela, Gerardo  Carrero, Carlos Pérez, José Américo Gutierrez Flores, del Cap. Andres Thompson. Tcnel Chiquinquirá Sánchez, del Cnel (r) José Gregorio Delgado,  G/B (r) (AV) Oswaldo Hernández. De la odontóloga Cap. (Av.) Laided Salazar de Zerpa.   De  Alexander Tirado, José Luis Fernández, de Nery Córdova, de la Química Inés Gonzáles, de mi paisano Daniel Omar Ceballos padre también de 3 hermosos niños, de Leopoldo López, de José Hernández en Cumaná, de Lessy Marcano, Ginette Hernández, Magaly Contreras, Nicol Hidalgo.

Y tantos otros que por razones de espacio no puedo nombrar, pero le sugiero que los chequee en la página de www.venezuelaawareness.com  

Voy a esa página cuando quiero refrescar la memoria de la cantidad de Venezolanos y venezolanas que estan presos, la mayoría sin juicios, otros amañados y ud como abogado lo sabe... 

Se me eriza la piel al pensar cuanto sufren mermando sus vidas, algunos de ellos torturados fisicamente ademas de la torura emocional de carecer de la libertad, mientras los asesinos de mi hijo disfrutan de esa libertad que les permite seguir enlutando hogares, haciendo infelices a tantas familias.

No los conozco a ninguno, excepto por el trajinar noticioso político en el que vivimos sumidos los venezolanos además de las humillantes colas para comprar comida y medicinas, pero en cada uno de ellos, veo al hijo que ya no tengo, al hijo que me arrebataron cruelmente, sufro al pensar en cada noche que se pierde sin el abrazo de la madre con el hijo, sin la conversa de los domingos en sus casas.

Como le dije por su actuar político ud no es santo de mi devoción, pero en estos días que leí un poema suyo pensé: “alguien que escribe cosas tan hermosas debe tener un alma”

@madresdeluto

lunes, 22 de junio de 2015

DANIELA, EL ÁNGEL DE TACONES ALTOS (así la describe su madre)

No conozco a Xula Grange personalmente, nos conectamos por Facebook una vez y ella ha sido consecuente con el Diario de una Agonía que escribo en mi blog.

Desde que hicimos contacto virtual siempre solidaria con mí caso y sé que se convirtió en una fans de mi amado hijo TANER a través de lo que les he contado.

El 31 de mayo pasado, hace hoy 14 días, su hermosa hija Daniela falleció en un accidente de tránsito en la autopista regional del centro, a la altura de Mariara. Estudiaba Derecho en la Universidad de Carabobo. Una hermosa y coqueta joven, apasionada de la vida.

Xula me pregunta cómo he sobrevivido a la muerte de mi Taner porque ella no se explica cómo sigue viviendo si ya su hija no está….

Realmente uno no vive, la mitad de nuestras vidas se entierra con nuestros hijos, el vacío es inmenso, la ausencia es eterna y el dolor es como un fardo mojado que pesa en la espalda hasta el último aliento, hasta que muramos y podamos descansar de la pena…

Somos un cascarón vacío… una caparazón que deambula, un alma que recorre los espacios, especialmente los espacios que se ha compartido con ellos en vida…

Seguimos caminando porque sus hermosas almas siguen con nosotras y por habernos escogido como madres en esta experiencia humana les debemos honrar sus memorias, levantándonos cada día como ellos quisieran que así fuera.

El dolor de perder un hijo es igual aunque la forma sea diferente, el que muere por enfermedad, por un accidente o por un vil asesinato. La diferencia creo yo, radica en el tamaño de la impotencia y la frustración… sobre todo la impotencia que te carcome por dentro como una bestia de dientes afilados que se va comiendo todo por dentro, hasta que sientes que ya no te queda entrañas.

Daniela es ahora un ángel que seguramente hizo su encuentro con Dios y desde allí te mira Xula con el mismo amor que te miró físicamente en vida… ahora parece imposible, pero es solo un paso a otra dimensión donde ni el dolor ni la pena la afectan, consuélate en esa certeza.

Mi abrazo cálido y solidario

domingo, 31 de mayo de 2015

MADRES DE LUTO POR LA VIOLENCIA: QUE BAJE EL TELÓN (DIARIO DE UNA AGONIA 104)

MADRES DE LUTO POR LA VIOLENCIA: QUE BAJE EL TELÓN (DIARIO DE UNA AGONIA 104)

La Ciudad tambien muere... DIARIO DE UNA AGONIA (106)



Ayer te recordé mucho más que siempre. Conduje por la ciudad y miré su indiferencia, la ciudad no sabe que te fuiste, no sabe de tu ausencia. La ciudad sigue su rutina como si nada hubiese pasado.

Veo a la gente caminar como zombis, con la mirada perdida, sin rumbo, algunas plazas albergan en sus bancos a mendigos que no tienen hogar, las paradas de los buses repletas de gente que en sus rostros reflejan frustración, cansancio y dejadez.

Anocheció y el ritmo se volvió pesado. Entendí que amanece y anochece y la ciudad aún no sabe que te has ido para siempre, miro por la ventanilla del carro y me da igual sus calles sucias, sus negocios cerrados y quebrados, sus aceras huecas, sus mendigos y jóvenes maromeros en los semáforos a los que tú siempre me obligabas a darles dinero, sus vendedores de comida ambulantes que ahora se han multiplicado… en realidad también para mí la ciudad ha muerto.

Recuerdo la pasión con la cual hablabas de esta ciudad, de defenderla de los malhechores, hablábamos por horas de hacer conciencia ciudadana, de brindar esperanzas a los desposeídos, de limpiar sus calles, de embellecer sus plazas, de organizar a los artistas callejeros. Y anoche después de manejar en silencio por esta ciudad, sentí su indiferencia, ella no sabe de ti… ella se está muriendo sin dolientes.

Todos los días asesinan más de 60 personas en este país, hace días asesinaron a un médico oncólogo infantil, sé que debes estar fúrico , porque estas cosas te enfurecían tanto como a mí, cada vez que asesinan a alguien valioso es como si te asesinaran otra vez, una y otra vez revivo la tragedia y la impotencia… otra vez es la misma pesadilla.

 Leo libros y converso con “expertos” que me aconsejan que pase la página… que la vida sigue y yo me digo ¡Eso es lo malo, que la vida sigue! Y siguen las injusticias, y sigue el dolor, y parece que los malos triunfan y entonces no veo el final feliz de los cuentos entre el bien y el mal…

Te marchaste y continuo a veces con poca fuerzas la lucha pero nos gana la indiferencia, la indiferencia de los ciudadanos, de las autoridades y la indiferencia de la ciudad que amaste y que hoy se desvanece entre las sombras, las calles sucias, las aceras rotas, los árboles caídos, los mendigos y los zombis…

Tú te has ido y para mí se ha ido todo.

jueves, 19 de marzo de 2015

Autoayuda o Huir del dolor (Diario de una agonia 105)

Los libros de autoayuda y los que se denominan guías espirituales recomiendan no quedarse en el pasado, pasar la página, no anclarse en el papel de víctima…. Hay que salir del hoyo.


He hecho sus ejercicios, evado el dolor… no visito mi blog , me repito a cada rato que no soy una víctima, que tengo que perdonar… pero, ¿Cómo evadir mi tragedia y la tantas madres cada vez que un venezolano es asesinado sin compasión?

Como superar el dolor cuando ves tirado en la calle a un niño de 14 años como Kluiver Roa en el Táchira con los sesos regados en el suelo, asesinado en manos de un policía de la PNB cuando venía de su liceo camino a su hogar?

Como ser indiferente ante cada estudiante que aparece con un tiro en la cabeza? O en el río Guaire metido en bolsas negras? O cuando se encuentran cuerpos desmembrados cual una feroz cacería animal? De qué manera se supera el dolor de cada día cuando se producen más de 50 asesinatos diarios?

Porque la tragedia no es solo la muerte violenta sino todos los que se quedan en la pena alrededor de esa muerte violenta, madres, padres, hermanos, amigos, esposas… es una suma interminable de tristezas. Son familias enteras a quienes se les cambia la vida brutalmente, en algunos casos, las víctimas eran el sustento de ese hogar.

Confieso que he hecho un esfuerzo supremo, que las costillas parecen ensancharse dentro de mi cuerpo, que siento como se polvorizan mis entrañas cuando veo la foto de una madre ahogada en el llanto frente al cuerpo inerte de su hijo muerto en la calle… como un perro… tirado allí, sin respirar, sin hablar… sin reír… con ese maldito olor a sangre que se queda incrustado en tu olfato para cerciorarte que te ultrajaron tu vientre… que te partieron la vida en un antes y un después y nada, NADA, jamás volverá a ser igual.

Qué libro de autoayuda te libera de la zozobra de tener un hijo preso injustamente, expuesto a los peligros de estar allí bajo la vigilancia de perros cancerberos, seres sin escrúpulos envenenados de odio y resentimiento, convertidos en verdugos sin alma…. ¿Cómo?

Qué Psiquiatra, terapeuta, sicólogo puede con tanta pena?

De que me vale huir de aquí, si la vida se me va en la incertidumbre de pensar si vale la pena vivir a medias sin ilusiones y sin esperar que la puerta se abra y los vea llegar?...