viernes, 21 de enero de 2011

DIARIO DE UNA AGONIA (62)

Hace casi un un año que llegué al apartamento, ya me habia acostumbrado al olor... cuando me vine de mi casa huyendo de esta pesadilla que me acompaña, traía los olores que habia cultivado durante más de 17 años en mi casa, la de los helechos, las orquídeas, la mata de aguacate, la de nispero, la de orégano que me regaló la abuela Ernesta de Maracaibo y que con sus ramas perfumaba los pisos de las escalera que daba con mi cuarto en la parte alta... subir y bajar esas escaleras era como "aliñarse para una parrila" decíamos nosotros...creció muchisimo el orégano.. esa misma mata daba con la ventana del cuarto de MI TANER estaba sembrada en la misma lata de leche donde nos la habia dado mi suegra hacía muchos años. Ernesta no era su abuela biológica.. pero ¡cómo lo quería!!, un día ella me confesó que sus propios nietos no le pedian la bendición.. en cambio "el musiú" la llamaba abuela con respeto, con cariño y con obediencia...

Casi desde que los conoció él los adoptó como sus abuelos. Claro ellos no eran los únicos abuelos postizos. Cuando él tenía 4 añitos fuimos a visitar a la familia de Tamara en el Limón, ella trabajaba conmigo, eran momentos dificiles en todos los sentidos y Tamara se había prendado de mi.. hasta el punto de convertirnos en grandes amigas. Ese día ella nos invitó a almorzar en su casa, el Sr. Rafael y la Sra. Helena no tenian nietos, pues las muchachas no se habian casado ninguna.. se portaron tan gentiles... tan amorosos y generosos con nosotros que ya entrada la noche cuando nos despedíamos "el musiú" le dijo al Sr. Rafael ¿le puedo decir abuelo?-Claro!!! que si hijo le respondió y desde ahi ellos eran los abuelos del Limón, con todas las de la Ley; desde la Bendición, los fines de semana allá... y todas esas cosas que conllevan la vida familiar, esta familia fué de gran apoyo para nosotros en situaciones dificiles.

En su último cumpleaños William Palomo le ofreció al Musiú ser su tío, incluso ofreció una fiesta en su casa de Yaracuy para celebrar a su sobrino.. le regaló una botella de vino, era genial ver a MI TANER imitar a William... cuando todos abandonábamos la "Tasca Gando" el musiú se quedaba a atender a William hasta el amanecer, siempre fué asi, era el que servía los tragos, compraba las cervezas, compraba el hielo y hasta repartía a los borrachos amanecidos cuando hacíamos reuniones en la casa.. se preocupaba de que todos estuvieran seguros, a veces me hacía señas para que fuera a su cuarto y me decía: " maa anda a acostarte yo me encargo de todo"................................................... 

Así era mi niño.. mi niño.. mi solo niño, MI TANER.

También tenéamos un Araguaney frente a la casa, era el tercer árbol que sembraba, los niños de la cuadra los arrancaban y yo volvia a sembrar otro.. hasta que ése se impuso a los ataques y creció.. tan hermoso, que cuando floreaba era un espectáculo ver sus flores cual alfombra de ese amarillo intenso, algunos se detenía a tomarle fotos... fué la sombra de los adolescentes y adultos en los días de sol intenso.. esos mismos con los cuales peleábamos para que no lo arrancaran.. y cuando los carros pasaban se podía oír el crujir de las flores como si fuesen huesitos que se quebraran.... desde el cuarto de la Tanya se podian oir esos crujidos... un sonido único en mi memoria.

Los olores, los aromas... aún conservo la chemise que tenia puesta la noche anterior.. todavía tiene su olor.. él olía rico, como huelen los hijos.....

Hoy sentí en el apartamento ese mismo olor de hace casi un año... el olor a no estar tú... ¿me entienden?

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