martes, 14 de enero de 2014

LOS MALOS SIEMPRE GANAN.. (DIARIO DE UNA AGONIA )



El martes me desperté tarde y como siempre revisé mi teléfono, tenía varios mensajes y en particular uno de Hallison que decía “viste la tragedia de Mónica Spear?”

Comencé a buscar información y a medida que transcurría el día me iba llenando de más horror. Habían asesinado a la ex Miss Venezuela y a su esposo la noche anterior para robarlos, demás está decir la convulsión que en los medios de comunicación ha tenido éste atroz crimen perpetrado contra una familia que creía aún en el país y quisieron recorrerlo para mostrarlo a su hija de 5 años que ahora engrosa la larga lista de huérfanos y huérfanas que desaparecen en el anonimato de víctimas de la violencia porque no cuentan para las estadísticas.

Tampoco cuentan las viudas, las madres, padres, hermanos, las hermanas, los amigos y todos los dolientes que convergen en el dolor de las pérdidas humanas, por cada asesinado hay al menos 10 víctimas directas, familias destrozadas a quienes les cambian la vida porque después de ésta tragedia, comienza la agonía. 

Con éste crimen que tocó a la opinión pública, se mostró al mundo el rostro de la violencia que vivimos a diario los ciudadanos decentes, una parte del país que sobrevive subyugada a la otra parte que se divide en varios subgrupos:  los que delinquen de todas las formas posibles junto a  los que con el poder abusan, los otros que apoyados desde el poder tienen licencia para matar y además existe  una parte de esa población que concientes  o no, algunos por convicción y la gran mayoría por intereses personales son los verdaderos cómplices de estos delitos.

Al día siguiente del crimen de la familia Berry Spear asesinaron a un profesor del Pedagógico de Caracas y a su madre dentro de su vivienda. Fueron masacrados a puñaladas y no puedo evitar pensar en los últimos minutos de éstas víctimas sabiéndose a merced de estos sanguinarios, el estrés tan grande del hijo al ver como atacaban a la madre y la madre viendo como acababan con la vida de su hijo… es doblemente cruel, es terriblemente cruel y despiadado.

Hay saña en cada acto de éstos, siento que nos hemos deshumanizado. 

Tenía una semana encerrada en mi casa, me sentía devastada, pero más devastada me siento por la impotencia de ver a mi hija romperse en mil pedazos acorralada por la desesperanza. Demasiadas malas noticias cada día y lo peor;  no hay un indicio de que vayamos a salir de esta pesadilla, el país se convirtió en un drama, una suerte de novela de terror donde siempre ganan los malos.

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