domingo, 6 de febrero de 2011

LA MONTAÑA RUSA DE MI VIDA (DIARIO DE UNA AGONIA 66)

Como una Gigantesca montaña rusa asemejo mis altibajos estados de ánimo éste año, puedo pasar desde la risa contagiante a la más profunda de las tristezas de un solo tirón. Doce meses, 365 días contados a partir del domingo 7 de febrero a la una y 15 minutos de la tarde en el que le dije a mi hijo que fuera a comprar el pan para almorzar y JAMAS regresó.


Así; de esa manera vil, atroz, violenta, horrible… dividieron mi vida en un antes y un después, como la era Cristiana en un antes y un después de Cristo… la mía, la dividieron en “antes y después de esa tragedia” … he cambiado.

Guerrera, Campeona Invicta de la vida, Heroína… valiente, luchadora y muchos calificativos más he recibido por estas redes desde que abrumada, acorralada y destrozada decidí escribir sobre lo que estaba viviendo para “drenar” el dolor… pensaba que si lo compartía sería menos pesado.

Desde Canadá, los Estados Unidos, México, Guatemala, Cuba, Alemania, La India, Colombia, República Dominicana, Perú, Bolivia, Chile, Argentina, Holanda, Italia, Egipto, España, pasando por cada rincón de mi país, se habla de MI TANER, conocen su dulce y su hermoso rostro y también conocen mi dolor… y además me han acompañado “en la distancia”.

En Venezuela se registran cada año más de 15.000 muertes violentas en los últimos años… me ha tocado a mí, consolar en la soledad de mi teclado o atreves del hilo telefónico, en la oscuridad de mis noches y en la espesura de mi dolor a otras madres, mujeres destrozadas, humilladas y mancilladas en su humanidad, en su amor, en sus sueños y en sus esperanzas… han visto como vi yo… el fruto de sus vientres yacer en las calles, tirados como perros sin amo… allí esos cuerpos que fueron tiernos bebés brotados de nuestras entrañas, pequeños pedazos de nuestra carne, que fueron creciendo y que una vez acariciamos, que besamos…que cuidamos cuando se enfermaban, que abrazábamos, con los que reímos y lloramos, a nuestros hijos; a ellos, hemos tenido que verlos convertidos en víctimas de una violencia que arrasa con todo dejando llanto y desolación a su paso, una violencia que se alimenta de la impunidad y se fortalece en un discurso político de odio, diferencias, resentimiento y una profunda orfandad de valores y de amor al prójimo.

Madres de Luto por la Violencia, eso somos… y seremos hasta nuestro último suspiro, hasta nuestro último aliento… porque la pérdida es irrecuperable… porque ese vacío nos acompañará hasta el último latido de nuestros corazones.

Un antes y un después, día y noche, risa y llanto, seguir o abandonar, fe o desesperanza, tiempo y distancia, ausencia… perdón y olvido… nos debatimos en medio de muchos sentimientos, si, como una gigantesca montaña rusa que sigue subiendo y bajando ¿Dónde se detendrá? No creo que arriba, ojala que no sea abajo, esperamos cada día… que cuando se detenga sea en el medio, allí… justo para que nos permita continuar sin abandonar la lucha por la vida…

La lucha...... tambien es una lucha, la lucha por no dejarnos vencer y aprender a no odiar y volver a amar.

2 comentarios:

  1. Cuando la vida parece una fiesta a la que no estás invitada...
    Cuando el mundo parece una gran dulcería donde tú eres un diabético...
    Cuando la risa sale como una hueca y el vacío es el menor de tus dolores...
    Cuando el sol brilla y sin embargo "todo está oscuro a tu alrededor"...
    Recuerda que la vida no es justa. Los seres humanos no somos justos. Sólo Dios conoce ese concepto y lo aplica a su manera, una que no siempre entendemos, una manera que a veces nos hace sufrir, llorar y desesperarnos. Pero yo la he visto actuar, he visto que el tiempo pone todo en su lugar, que no hay pecado sin castigo ni virtud sin reconocimiento.
    Yo no creo en felicidades completas ni en amarguras eternas, una lleva dentro de sí la semilla de la otra. Creer en la vida como en una alfombra de rosas o un sendero de espinas es enfocarse sólo en un árbol que no te permite ver todo el bosque.
    Conozco el valor de la pérdida. La muerte nos hace aterrizar y darnos cuenta que no somos invulnerables, ni siquiera indispensables. Los pilares de tu vida pueden venirse abajo en cualquier momento y nos hace aferrarnos a los pequeños detalles, las pequeñas alegrías y tristezas que les dan ritmo a nuestras vidas, porque la muerte es el silencio definitivo, la renuncia final, la inmovilidad absoluta...
    El tiempo se ha acabado para tu hijo. Pero no para ti, ni para tu hija. No hay nada que puedas hacer ya por esa parte de ti que se ha ido, así como una adolescente no puede retener la niñez que abandona ni una anciana puede recuperar su lozanía. Pero una mujer siempre acaba por encontrar una manera de hacer su camino, sea niña, joven, anciana, viuda, madre, casada, soltera o divorciada. Un camino que no puede recorrer más nadie sino tú, porque entre otras cosas, todos debemos cargar solos con nuestra propia vida.

    Fuerza, Templanza, Fe. Son mis deseos para tí.

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  2. BEBEKA...QUE DOLOR SE SIENTE...TODAS LAS MADRES SENTIMOS TU DOLOR...NO LO CONOCIA...COMO HACES?... TE VEIA TAN DIFERENTE...MUY DISTINTA A LA QUE CONOCÍ HACE AÑOS ...TAN ALEGRE... TAN BELLA. TE VEIA APAGADA SIN SABER LA RESPUESTA... HOY NO SE COMO LLEGO A ESTA PAGINA Y ME SORPRENDE TU FUERZA...TE PREGUNTO COMO HACES PARA SEGUIR CAMINANDO...SEGUIR RESPIRANDO...RECUERDA QUE EL ESTA MEJOR QUE NOSOTROS...ESE SER HUMANO TAN PRECIOSO HOY TIENE UNA MISIÓN... UN ABRAZO FUERTE. FANNY VERA

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