martes, 6 de febrero de 2018

El MISMO LUTO, EL MISMO DOLOR (110)


A esta hora 11 de la mañana, estoy sola, mirando por la ventana la soledad de las calles. El sol totea las cabezas y producen un reflejo en el asfalto que encandila.

El ambiente está pesado, es como si pudiéramos tomarlo en los brazos y  sentir que nos aplasta. Me cuesta respirar.

Sé que estas aquí, no sé como pero lo sé. Creo que estas triste por mí. Leyendo la situación de los pacientes crónicos, su angustia, el dolor de su familia, la impotencia de verlos morir poco a poco sin poder hacer nada, pensé:

“menos mal que mi madre partió… ella lo hizo consiente de lo que me estaba evitando, así como tú, ella se sacrificó…”

El 15 de enero fue la masacre de El Junquito, allí ejecutaron a 7 valientes venezolanos, yo sé que tú sabes eso, porque ahora donde estas en el cielo puedes verlo todo… no me repongo de ese día, porque así como a ti, los ejecutaron con un tiro en su cabeza.

Eran soñadores, como tú y como yo. Eran valientes y sacrificaron sus hermosas vidas por un ideal. Ese sacrificio me hizo recordar las interminables noches donde Tu y yo hablábamos de las estrategias de resistencia, de lo que haríamos cuando el régimen cayera, de cómo llevar alegría a los niños, de cómo aliviar la carga de las familias sin hogar… que ilusos!

Recuerdo tu hermoso rostro, tu cabello color miel, me enfurece pensar que te dispararon en la cabeza... en tu bella cabeza. Me atormenta tus últimos pensamientos que seguro fueron para mí, sé que fueron para mi porque me amabas y sabias lo que eso sería para mi, este dolor que no acaba, que no se aminora, este dolor que me consume, que me devora, que me aplasta y no me deja respirar.
 Así me atormenta todo lo que sintió Oscar Pérez sabiendo que estaba cercado por cientos de esbirros, se sentiría culpable por las vidas de sus compañeros que decidieron acompañarlo en ese sueño… es como si yo hubiese estado allí, sin poder hacer nada.

Sigo de luto. Es un luto continuado. Primero el luto por la pérdida de nuestros derechos, por las injusticias, por los crímenes contra tantos compatriotas, luego vino el luto cuando mataron a tu tia… y seguía de luto viendo destruirse el país con la parsimonia y la complicidad de tantos. Después tú. Y mi luto se hizo cuerpo, se convirtió en una bestia, y mientras luchaba contra esa bestia, murió mi madre… y siguió el luto…

Y ya no ha parado. Dicen que necesito ayuda psicológica. ¡Que estupidez! Acaso existe un remedio contra el dolor del alma? Contra la rabia y la impotencia?

Cada vez que asesinan a un joven, a un hijo, yo vuelvo a perderte. Es como si te mataran otra vez, otra vez, y otra vez.

A veces me pregunto si allá en el cielo has visto a tu tía Moraima, a mi mamá… a Dino… ¿estás solo como yo aquí?

Busco entre los escombros ese país que tanto soñamos y no lo encuentro. Cada día la montaña de pedazos de vidas, de hospitales, de escuelas, de carreteras, de despedidas, de dolor, de llanto, de hambre lo cubren, enterrándolo y se me hace difícil tener fe en que antes de partir de este cuerpo físico lo volveré a ver.

Me arrecha que tu tía se haya ido primero que yo. Me dejó sola, me duele, y después tú… y mi mamá se perdió en sus adentros, se refugió en su olvido hasta que decidió marcharse también y ahora estoy aquí, viendo por la ventana, en silencio oyendo el ruido del motor de la nevera tan hastiante como todo lo que pasa en mi país.

11 y media de la mañana…

Nosotros sabemos lo que es la cárcel. Esos meses fueron una agonía para ti y para mí. Esa agonía la viven cientos de miles de madres. Quisiera poder abrazarlas a todas, darles un consuelo, prestarle mi hombro para que lloren como lo hice yo sola, sin nadie que me acompañara a verte, sin nadie a quien decirle la humillación en cada visita, la angustia de los traslados, el estrés de las audiencias, el cobro de la vacuna para que “llegara a tiempo el traslado a tribunales” mis ruegos en la defensoría del pueblo, las horas interminables a la espera en el sótano del palacio de injusticia.

La cárcel es un infierno, pues allí permanecen cientos de venezolanos inocentes viviendo la tortura. Cada día me despierto esperando una buena noticia pero sabes que? Una es peor que la otra.
¿Cómo sobreviví a eso? ¿Cómo sobrevivo ahora? ¿Cómo es posible que cada día asesinen cruelmente a tantos venezolanos? Sabes? Yo estoy segura que si estuvieras aquí, estarías tan indignado como estoy yo, tan adolorido como estoy yo, tan a punto de desplomarte como estoy yo.

A mi edad y aun no aprendo. Me sigue paralizando el cinismo y la maldad de la gente. Creo que mi espíritu no ha evolucionado mucho…

La mare, es… un aliciente, una luz, una razón. Pero no es mía. Tu eras mío, mi hijo, mío, de mi alma, de mi corazón… de mis entrañas, tú eras mi risa de todo el día, mi compañero de sueños, mi confidente.

Estoy en esos días, los últimos días que estuve contigo, sin saber que te apartarían de mi vida para siempre. No hay consuelo.

El maldito ruido del motor de la nevera y el sol que totea allá afuera.

sábado, 15 de abril de 2017

UN BOQUETE EN SU CUERPO, EL ÚLTIMO SACRIFICIO





Cuando se supo en las redes sociales del ataque de un GNB contra un joven de nombre Tony Grusani de 31 años en Cabudare estado Lara, enseguida nos unimos a la búsqueda de medicamentos y donantes de sangre. Hubo enseguida una conexión de mi parte con ese caso sin saber quién y cómo era el joven que protestaba. 

Hasta ese momento no sabíamos la gravedad de la lesión, habían muchos heridos de bala y como siempre desde hace algunos años  los medios de comunicación tradicionales no informaban nada.

Me fui a dormir pasadas las 2 y media de la madrugada con ese sabor amargo en la boca de saber el peligro que corren todos y cada uno de los que están en la calle, ejerciendo su derecho a la protesta. Tony murió a las 3 de la mañana aproximadamente.


Cabudare, Barquisimeto todo y el país amanecieron impactados, consternados el jueves santo con la noticia, las redes reventaban con las fotos del joven Tony Grusani Canelón y la arrechera por la forma cobarde y vil en que actúo ese miserable uniformado cumpliendo órdenes de su amo. 

Por primera vez vi su hermoso y dulce rostro y el parecido con mi hijo es impresionante. La misma mirada ingenua propia de los soñadores. La mirada del que vive aprisa porque en este mundo perverso no tienen cabida, los malos son muy malos para entender a que vinieron a este plano, esta tierra ha sido arrasada por demonios con apariencia humana, este mundo en el que nos ha tocado  vivir no es para gente pura. Ellos vinieron a darnos su sacrificio para enseñarnos el valor de la libertad.

Enseguida pensé en su madre, sus hermanos, su novia, su pareja, sus amigos, sus compañeros de trabajo y toda la indignación me colmó cada fibra. Luego me enteré de algunos detalles de la vida de Tony que lejos de calmar mi ira hizo que mis entrañas se revolvieran en un charco de furia, de esa que ya no cabe en el pecho y se me mete entre las costillas hasta casi reventarlas. Tony era huérfano y desde temprana edad se había dedicado a cuidar de su hermano menor, estaban solos resistiendo la vida, el uno cuidando del otro más pequeño que ahora se queda sin su protector, solo y con el recuerdo de la forma en que le arrebataron a su hermano.

Quienes lo conocieron lo describen tal cual se puede apreciar en las fotos. Buena gente, alegre, solidario, soñador, comprometido con la causa por la libertad, por la cual ofreció el más grande de todos los sacrificios. SU VIDA.

A Tony le disparan a quemarropa a menos de un metro de distancia, quien lo hizo sabía el daño que ocasionaba en la humanidad del joven, oír al médico que lo trató apenas llega al hospital hace que se encienda toda la rabia y la impotencia que se puede albergar en un solo cuerpo.

“Tenía prácticamente un boquete de 7 centímetros de diámetro en la región torocoabdominal derecha. Tuvo lesión hepática, lesión renal, en el colon; se tuvo que quitar la mitad del colon (…) tenía un hueco grandísimo en el diafragma”

Dr. Guarecuco

Estoy triste, muy triste no solo por Tony y su rostro tan parecido a mi hijo, sino por todos esos hijos del alma que van quedando inertes en las calles, arrastrados sus cuerpos por asquerosas criaturas.

Siento lástima por sus verdugos que no encontraran la paz jamás hasta su tercera generación.

Y siento mucho asco y repugnancia por los que a sabiendas del daño terrible que este régimen nos ha hecho, siguen lamiendo las suelas de los saqueadores que arruinaron un país que tenía grandes oportunidades.

No solo han vaciado con absoluta voracidad las arcas de la nación, no solo nos han arruinado como país y como ciudadanos, no solo nos han mutilado pedazo a pedazo durante 18 años, sino que nos han convertido en tierra sin ley, sin esperanzas, tierra de esqueletos que deambulan por las calles comiendo de la basura, familias enteras durmiendo en las aceras, niños matando niños, nos han hundido en la pobreza, nos han matado los sueños, las ilusiones, nos han robado el gentilicio, nos han masacrado en lo más grande; la vida de nuestros hijos.

Nos han robado nuestra identidad, nos han ultrajado y quebrado con un odio sin límite.

Su ignorancia JAMÁS los eximirá de las responsabilidades morales, éticas, espirituales o penales que con toda seguridad tendrán que enfrentar.

Pido a Dios me permita verlos pagar en este plano para alivio de mi pena y regocijo de mi alma. La justicia cura heridas aunque no las cicatrice.

Tony querido, vuela tan alto como tus hermosas e inmensas alas se han desplegado desde que partiste del plano físico, allá en nuestro Cielo conformaras el ejército de guerreros que sacrificando sus vidas por nuestra libertad y la justicia, han de seguir guiándonos, tu misión de amor fue cumplida.

HASTA NUESTRO PRÒXIMO ENCUENTRO hijo!



martes, 17 de enero de 2017

DICIEMBRE, ENERO Y FEBRERO tres amores en una sola tumba

Era el 19 de diciembre y yo iba rumbo a Valencia para firmar los papeles de la compra del apartamento. Como a las 3 y 20 minutos mi hermana “El Negro” me envía un mensaje para preguntarme sobre el alquiler de la casa de la playa. Ella quería pasar navidad en la playa.

La vendedora tardaba en llegar así que me fui hasta un local cercano a tomar un café. De repente una mariposa grande empezó a revolotear cerca de mí, me dio la vuelta y se acercó hasta un vigilante que estaba parado en el portón.

Le dije: -debe ser una mariposa hembra, dice el refrán que cuando una mariposa lo rodea a uno es porque alguien quiere verlo.

De regreso en la autopista como a las 5 y 40 recibo la llamada. El Negro había muerto, una maldita la había matado. Creí que el mundo se me había derrumbado, sentí que me habían mutilado, que una parte de mi me la habían arrancado sin piedad, sentí que habían vaciado mi cuerpo. Me vaciaron, eso pensé.

Era diciembre. Contrastaba mi tristeza con la algarabía de la gente en las calles, las luces, los adornos. Las gaitas, los fuegos artificiales y todo ese bullicio que me parecía una bofetada en pleno rostro, en el alma, en las caritas desconcertadas y llorosas de mis dos sobrinas que ahora se quedaban sin su madre. Que injusta es la vida!

Después de algún tiempo asesinan a mi hijo. Febrero.

Cuando apenas enderezaba mi espalda otro 19, ahora de enero a un poco menos de las 6 de la tarde me llaman para decirme que había muerto mi madre. Todos los gritos se quedaron encerrados en mi pecho. Ya no lloro, sentía que dentro de mi cabeza solo había humo, estaba hueca de ideas, se me habían vencido las lamentaciones, estaba colapsada, demasiado arrecha con la vida, con el mundo y con Dios.

Episodios tan doloros que nos marcan como a las reses, no solo en la piel, en la memoria, en la conciencia y en el alma; para toda la vida.

He realizado todos los ejercicios que recomiendan para los lutos… he leído lo que ha llegado a mis manos de auto ayuda. He hablado con evangélicos, católicos, brujos, santeros, agnósticos, chamanes, psicólogos y psiquiatras en busca de una, UNA respuesta.

Sigo esperando entender el significado de todo esto que me rodea, por qué y para qué.


Diciembre, enero y febrero. Tres fechas, tres meses, tres amores en una sola tumba.

domingo, 6 de noviembre de 2016

LOS ADIOSES, LA DIASPORA, EL EXODO...

Los adioses, no sé si existe esa palabra o si puedo pluralizarla, me refiero a todas las veces que he tenido que decirle adiós a alguien. Algunas ni siquiera sabía que se iban para siempre, solo los vi alejarse, a unos pude abrazar por última vez y hasta hicimos planes para la próxima vez, otros simplemente no volvieron y mi adiós se quedó atrapado resonándome en el pecho con tanta fuerza como cuando estas de pie cerca de una enorme corneta y el estruendoso sonido de la música te golpea por dentro como si quisiera explotar llevándose consigo tu corazón y tus entrañas.

Me he despedido en silencio muchas veces diciendo “hasta luego” sabiendo que tampoco yo volveré.

He abrazado en algunas despedidas a seres que formaron parte de mi vida, de mis anécdotas y de mis querencias a sabiendas que en ese abrazo he querido congelar el calor y el olor del que se va para volver a sentirlas en las sombras de mi recuerdo y en la distancia, esa distancia que no se mide por kilómetros o por zonas geográficas y por más que me niego a aceptar que existe, son distancias inrecorribles. Inalcanzables.

Y es que desde donde estoy ahora puedo mirar la luna allá en lo más alto,  pero ya no puedo ver el lujar donde estas, ese lugar que ahora es tu lugar.

Despedidas y vacíos van de la mano como un saco roto. Los expertos que escriben los libros de autoayuda te recomiendan que lo vuelvas a llenar con energías nuevas, con proyectos renovados, con amores nuevos, pero solo se acumulan recuerdos y nostalgias que te dejan aquellas despedidas. Son vacíos que te pasas la vida llenando y vaciando hasta que te convences que tienes remiendos en el alma de tanto cargar ese saco.

 Se han ido muchas voces, muchas risas, perfumes, aromas, historias, unas para siempre, otros por ahora y  otras por siempre.

Ya no cuento cuántos se han ido, es más fácil contar los que aún quedan…

…es la Diáspora, el éxodo y los adioses, la soledad del que se queda, la nostalgia del que espera y el insomnio de los sueños

jueves, 7 de abril de 2016

No se como sobrevivir sin mi hijo... (DIARIO DE UNA AGONIA 109)

Pasan los días y el dolor aparece con mas intensidad, no funciona eso de que "el tiempo todo lo cura" no me ha sanado la herida, en realidad es una llaga enorme.. dolorosa... negra, nauseabunda.

Camino por la casa, hago mi rutina diaria y en mis adentro grito: TE AMO, TE AMO, TE AMO HIJO MIO, MI VIDA.. TE AMO!!!!!!!!!!

Y es un grito silencioso, que repito una y otra vez con todas las fuerzas de mi alma, es un grito callado,  atrapado en la garganta como una enorme roca, que raspa las paredes de mi garganta, es una roca de enormes puntas afiladas que siento que me rasgan el  pecho hasta volverlo harapo, jilachos de carne de donde ya no brota sangre, ni llanto, ni siquiera un quejido... en realidad nada. Es mi grito, solo mío.

Hay días malos y otros peores....

Cuando estoy así, no oigo lo que me dicen a mi alrededor, me hablan pero no los oigo.. no me interesa, quisiera poder expresar mi dolor sin tener que pedir disculpas por "hacerlos sentir mal" .... estoy podrida de rabia,

Los acontecimientos del país recrudecen mi dolor. Día a día las noticias parecen venir de un cuento infernal donde todo es desolación, no me hallo en ningún lugar, nada me llena, es una sensación de hastío y de inconformidad con todo a mi alrededor... me parecen que van ganado los malos hijo... de esos que hablábamos en nuestras largas conversas de todas las noche en la cocina... contra los que lucharíamos juntos... ¡Que necios fuimos!

Nos están exterminando hijo...

sábado, 13 de febrero de 2016

lunes, 8 de febrero de 2016

LUNES DE CARNAVAL (DIARIO DE UNA AGONIA 107)

Es lunes de carnaval y el sol esta brillante e intenso. Hay periodistas de varios medios impresos y televisión.  Llegué al portón y atravesé el ancho estacionamiento hasta la parte trasera y me senté en una silla destartalada al lado de la puerta de vidrio, podía ver a algunos amigos y familiares alrededor, ninguno se me acerca, solo me miran. 

Cierro los ojos y dejo correr mis lágrimas, contengo el grito que se atraviesa en el pecho, que anuda la garganta, trato de no oír, trato de escapar y convertir esa tragedia en una pesadilla de la cual me despertaré.

Mi hermano estaba desde temprano, me había llamado cerca de las 11 de la mañana para decirme que le estaban pidiendo 2.000 bs para “agilizar el proceso” ese día a nosotros nos tocó la tarifa más barata. Otras familias más humildes, hacían recolectas entre todos para poder pagar la “colaboración” que podía llegar a 5.000 Bs.

De repente un reportero se acerca a la puerta de vidrio y pregunta: ¿pueden decirme cuantos fallecidos han ingresado? y desde adentro una voz masculina en tono de rutina le responde: “25, 24 por ajustes de cuenta”

Sentí que mi corazón se paralizó, parecía que me habían lanzado una roca fuerte, una piedra en el pecho y había dado justo en mi pecho, fue un golpe seco.

Enseguida se acerca un reportero amigo y le pide a mi hija que declare a un canal nacional y lo hace, ella y yo estamos destruidas, con las pocas fuerzas que ella tenía pide justicia por su único hermano, por mi hijo, por mi amado hijo….

 Todas las madres y familiares presentes en la morgue nos sentimos ultrajados una vez más.

Además del dolor de perder a nuestros hijos también debíamos soportar sobre nuestra espalda la impotencia de ver a unos funcionarios que con indiferencia mencionan números, cifras y se atreven a manchar la memoria de nuestros hijos, dejando a la interpretación publica las razones por las cuales 25 cuerpos, inertes, sin vida habían ingresado a esa morgue.


Es lunes de carnaval…

domingo, 19 de julio de 2015

CARTA ABIERTA a Tarek William Saab




Un día como hoy domingo asesinaron a mi amado hijo, ese día me vaciaron toda por dentro, me mataron viva, desde ese día una parte de mi yace en el cementerio, en esa tumba fría donde también están los restos de mi única hermana muerta trágicamente y los de mi madre, que murió de pena.

Mi amado hijo era mi compañero, mi amigo y mi confidente… íbamos al teatro que era y es nuestra pasión, también a los conciertos de la Orquesta Sinfónica y hacíamos juntos trabajos en los campos alejados de la ciudad, con niños de escuelas rurales porque ambos creíamos que un mundo mejor para los menos afortunados era posible.

Conversaba de muchos temas relacionados con los animales, y sabía de deportes, era fanático de Alemania en el futbol y en el Beisbol le gustaba las Águilas de Zulia, sabía la vida y obra de los corredores de F1, del mundo del ajedrez, de las olimpiadas y pare de contar. De niño jugaba caimaneras en el barrio con canchas improvisadas hasta que se ponía rojo como un camarón de tanto llevar sol, también jugó para una importante escuela de futbol, pero su verdadera pasión era el teatro y el cine, el arte en todas sus manifestaciones.

Conocía la cultura Maya, le apasionaba.

Una vez fundamos una Galería de Arte para los artistas que no tenían espacio en los grandes salones, organizamos varias muestras con artistas populares, hacíamos una exposición cada dos meses, realmente fue una época llena de satisfacción porque estábamos como “pez en el agua” hasta que llegó una Directora chavista y nos obligó a cerrar la galería porque “dizque eso no era importante para la revolución”

Para muchos él además era mi guardaespalda, siempre atento a cuidarme y evitarme malos momentos, por eso hoy cuando la gente mala me hace daño sé que lo hacen porque él ya no está, saben que estoy sola y vulnerable.

Ya no rio como antes y la vida perdió esa magia que me daba su sonrisa, sabe? Mi hijo tenía los ojos color miel y su cabello también era de ese color y con el sol parecía espigas de trigo suaves … era divertido y creativo, hacía imitaciones que toda la familia disfrutaba, sus chistes realmente eran para gente inteligente! pero además era misericordioso con sus semejantes, era fácil de conmover.

En las mañana camino al liceo me obligaba a oír La Mega con Luis Chataing, Miguel Arias y Erika de la Vega, ese era el humor que él disfrutaba. (sé que estos personajes no son de su agrado, pero quiero que sepa quién era mi hijo)

Un día contra mi voluntad se inscribió en el movmiento MVRJuventud junto a unos amigos adolescentes igual que él, el enamoramiento le duró hasta que vió a Joao de Gouveia disparar en la plaza Francia de Altamira contra personas inocentes, y en vez de una condena enérgica contra ese vil suceso vió en la Televisión al presidente decir que ese sujeto "era un caballero" se indignó, él no era político, era un artista en busca de los sueños.



Mi hijo me hacía darle propinas a los maromeros de los semáforos porque creía que era el arte de los artistas pobres, a veces cuando voy sola y veo alguno en un semáforo siento que él me dice: “dale algo ma que hay mucho sol y ellos se ganan la vida así”

Los domingos para mí son una agonía, a veces no me levanto de la cama, no me baño… es como si un pesado bloque de concreto me aprisionara y no pudiera levantarme,  solo quiero que se termine el día rápido, pero mientras las horas pasan en el reloj para mí el tiempo se detiene, una y otra vez.

Mi hijo olía especial… tenía una boca hermosa y sus dientes eran disparejos pero a mí me parecía que le quedaban bellísimos! Puede usted creerlo?  tenía unos brazos largos con los cuales me rodeaba completa y me levantaba del piso, todos los días en la cocina de nuestra casa nos quedábamos conversando hasta la media noche . Hablábamos de tantas cosas!

Él quería ser Director de Teatro y lo que más soñaba era escribir un guión para mí y dirigirme… me decía que yo era hermosa y que seguro una vez en el escenario apenas se subiera el Telón, todos caerían rendidos a mis pies… 

Ése domingo lo mandé a comprar pan para almorzar, su plato se quedó servido al lado del mío… no regresó. Dos disparos en su cabeza acabaron con sus sueños y con los míos… ya no habrá obra de teatro, ni escenario, ni publico… en realidad señor Defensor del Pueblo, lo que hay es un hueco enorme en mi pecho que atraviesa mi cuerpo y por allí se escapa mi aliento… mi respiración… mis fuerzas… por allí se me escapa hasta las ganas de vivir.

Por eso le insisto tanto que interceda por los presos políticos a expensas de recibir críticas de gente que piensa que pierdo mi tiempo pidiéndole justicia a UD. para hombres y mujeres que son padres, madres, hijos, hijas… LA PIDO porque detrás de esas vidas que se agotan en unas celdas hay madres que pierden el tiempo sin abrazar y besar a sus hijos… o ellos, esos presos y presas se privan de tener entre sus brazos a sus hijos… son madres como yo a quienes se les va la vida como condenadas a una pena de muerte en cámara lenta… mucho más cruel y dolorosa.

Estar preso es como morir un poco cada día, pero es una muerte colectiva donde participa toda la familia del preso y en el caso de nuestro país, también agoniza la esperanza de una nación, sin libertad, sin justicia y sin paz.

Yo diría Sr. DEFENSOR DEL PUEBLO que quienes  aplican esa pena de muerte sienten un sádico placer de tener el poder de aniquilar la vida de otro ser humano… 

Yo, ya no podré volver a tocar a mi hijo, ni abrazarlo, ni apretarlo contra mi pecho, ni olerlo… ni oír su hermosa voz… ni contagiarme con su risa, para mí ya no hay tiempo, me robaron el alma… a veces creo que ya no tengo entrañas.

En este terrible dolor me acompañan miles de madres venezolanas, que se van secando de impotencia como yo sin el consuelo de la justicia, resignadas a la ausencia eterna.

Que me queda? Implorar porque no hayan madres como yo… resistir espiritualmente para darle fuerzas a las que cada día se suman violentamente a este nefasto circulo de madres muertas en vida, cascarones vacíos que deambulan aferradas unas a su fe, otras a la esperanza de una justicia que no llega y que robustece a la impunidad, sumando al dolor de la tragedia la rabia de sabernos ignoradas por el estado que falló en su obligación de garantizarnos la seguridad y la integridad de nuestras vidas.

Cuando ud. Abrace y bese a sus hijos por favor acuérdese de mí, y de

Araminda González, de Rosmit Mantilla, Eduardo Enrique García, Nixon Alfonso Leal, Angel Armando Contreras, Renzo David, Yeimi Varela, Gerardo  Carrero, Carlos Pérez, José Américo Gutierrez Flores, del Cap. Andres Thompson. Tcnel Chiquinquirá Sánchez, del Cnel (r) José Gregorio Delgado,  G/B (r) (AV) Oswaldo Hernández. De la odontóloga Cap. (Av.) Laided Salazar de Zerpa.   De  Alexander Tirado, José Luis Fernández, de Nery Córdova, de la Química Inés Gonzáles, de mi paisano Daniel Omar Ceballos padre también de 3 hermosos niños, de Leopoldo López, de José Hernández en Cumaná, de Lessy Marcano, Ginette Hernández, Magaly Contreras, Nicol Hidalgo.

Y tantos otros que por razones de espacio no puedo nombrar, pero le sugiero que los chequee en la página de www.venezuelaawareness.com  

Voy a esa página cuando quiero refrescar la memoria de la cantidad de Venezolanos y venezolanas que estan presos, la mayoría sin juicios, otros amañados y ud como abogado lo sabe... 

Se me eriza la piel al pensar cuanto sufren mermando sus vidas, algunos de ellos torturados fisicamente ademas de la torura emocional de carecer de la libertad, mientras los asesinos de mi hijo disfrutan de esa libertad que les permite seguir enlutando hogares, haciendo infelices a tantas familias.

No los conozco a ninguno, excepto por el trajinar noticioso político en el que vivimos sumidos los venezolanos además de las humillantes colas para comprar comida y medicinas, pero en cada uno de ellos, veo al hijo que ya no tengo, al hijo que me arrebataron cruelmente, sufro al pensar en cada noche que se pierde sin el abrazo de la madre con el hijo, sin la conversa de los domingos en sus casas.

Como le dije por su actuar político ud no es santo de mi devoción, pero en estos días que leí un poema suyo pensé: “alguien que escribe cosas tan hermosas debe tener un alma”

@madresdeluto

lunes, 22 de junio de 2015

DANIELA, EL ÁNGEL DE TACONES ALTOS (así la describe su madre)

No conozco a Xula Grange personalmente, nos conectamos por Facebook una vez y ella ha sido consecuente con el Diario de una Agonía que escribo en mi blog.

Desde que hicimos contacto virtual siempre solidaria con mí caso y sé que se convirtió en una fans de mi amado hijo TANER a través de lo que les he contado.

El 31 de mayo pasado, hace hoy 14 días, su hermosa hija Daniela falleció en un accidente de tránsito en la autopista regional del centro, a la altura de Mariara. Estudiaba Derecho en la Universidad de Carabobo. Una hermosa y coqueta joven, apasionada de la vida.

Xula me pregunta cómo he sobrevivido a la muerte de mi Taner porque ella no se explica cómo sigue viviendo si ya su hija no está….

Realmente uno no vive, la mitad de nuestras vidas se entierra con nuestros hijos, el vacío es inmenso, la ausencia es eterna y el dolor es como un fardo mojado que pesa en la espalda hasta el último aliento, hasta que muramos y podamos descansar de la pena…

Somos un cascarón vacío… una caparazón que deambula, un alma que recorre los espacios, especialmente los espacios que se ha compartido con ellos en vida…

Seguimos caminando porque sus hermosas almas siguen con nosotras y por habernos escogido como madres en esta experiencia humana les debemos honrar sus memorias, levantándonos cada día como ellos quisieran que así fuera.

El dolor de perder un hijo es igual aunque la forma sea diferente, el que muere por enfermedad, por un accidente o por un vil asesinato. La diferencia creo yo, radica en el tamaño de la impotencia y la frustración… sobre todo la impotencia que te carcome por dentro como una bestia de dientes afilados que se va comiendo todo por dentro, hasta que sientes que ya no te queda entrañas.

Daniela es ahora un ángel que seguramente hizo su encuentro con Dios y desde allí te mira Xula con el mismo amor que te miró físicamente en vida… ahora parece imposible, pero es solo un paso a otra dimensión donde ni el dolor ni la pena la afectan, consuélate en esa certeza.

Mi abrazo cálido y solidario

domingo, 31 de mayo de 2015

MADRES DE LUTO POR LA VIOLENCIA: QUE BAJE EL TELÓN (DIARIO DE UNA AGONIA 104)

MADRES DE LUTO POR LA VIOLENCIA: QUE BAJE EL TELÓN (DIARIO DE UNA AGONIA 104)

La Ciudad tambien muere... DIARIO DE UNA AGONIA (106)



Ayer te recordé mucho más que siempre. Conduje por la ciudad y miré su indiferencia, la ciudad no sabe que te fuiste, no sabe de tu ausencia. La ciudad sigue su rutina como si nada hubiese pasado.

Veo a la gente caminar como zombis, con la mirada perdida, sin rumbo, algunas plazas albergan en sus bancos a mendigos que no tienen hogar, las paradas de los buses repletas de gente que en sus rostros reflejan frustración, cansancio y dejadez.

Anocheció y el ritmo se volvió pesado. Entendí que amanece y anochece y la ciudad aún no sabe que te has ido para siempre, miro por la ventanilla del carro y me da igual sus calles sucias, sus negocios cerrados y quebrados, sus aceras huecas, sus mendigos y jóvenes maromeros en los semáforos a los que tú siempre me obligabas a darles dinero, sus vendedores de comida ambulantes que ahora se han multiplicado… en realidad también para mí la ciudad ha muerto.

Recuerdo la pasión con la cual hablabas de esta ciudad, de defenderla de los malhechores, hablábamos por horas de hacer conciencia ciudadana, de brindar esperanzas a los desposeídos, de limpiar sus calles, de embellecer sus plazas, de organizar a los artistas callejeros. Y anoche después de manejar en silencio por esta ciudad, sentí su indiferencia, ella no sabe de ti… ella se está muriendo sin dolientes.

Todos los días asesinan más de 60 personas en este país, hace días asesinaron a un médico oncólogo infantil, sé que debes estar fúrico , porque estas cosas te enfurecían tanto como a mí, cada vez que asesinan a alguien valioso es como si te asesinaran otra vez, una y otra vez revivo la tragedia y la impotencia… otra vez es la misma pesadilla.

 Leo libros y converso con “expertos” que me aconsejan que pase la página… que la vida sigue y yo me digo ¡Eso es lo malo, que la vida sigue! Y siguen las injusticias, y sigue el dolor, y parece que los malos triunfan y entonces no veo el final feliz de los cuentos entre el bien y el mal…

Te marchaste y continuo a veces con poca fuerzas la lucha pero nos gana la indiferencia, la indiferencia de los ciudadanos, de las autoridades y la indiferencia de la ciudad que amaste y que hoy se desvanece entre las sombras, las calles sucias, las aceras rotas, los árboles caídos, los mendigos y los zombis…

Tú te has ido y para mí se ha ido todo.

jueves, 19 de marzo de 2015

Autoayuda o Huir del dolor (Diario de una agonia 105)

Los libros de autoayuda y los que se denominan guías espirituales recomiendan no quedarse en el pasado, pasar la página, no anclarse en el papel de víctima…. Hay que salir del hoyo.


He hecho sus ejercicios, evado el dolor… no visito mi blog , me repito a cada rato que no soy una víctima, que tengo que perdonar… pero, ¿Cómo evadir mi tragedia y la tantas madres cada vez que un venezolano es asesinado sin compasión?

Como superar el dolor cuando ves tirado en la calle a un niño de 14 años como Kluiver Roa en el Táchira con los sesos regados en el suelo, asesinado en manos de un policía de la PNB cuando venía de su liceo camino a su hogar?

Como ser indiferente ante cada estudiante que aparece con un tiro en la cabeza? O en el río Guaire metido en bolsas negras? O cuando se encuentran cuerpos desmembrados cual una feroz cacería animal? De qué manera se supera el dolor de cada día cuando se producen más de 50 asesinatos diarios?

Porque la tragedia no es solo la muerte violenta sino todos los que se quedan en la pena alrededor de esa muerte violenta, madres, padres, hermanos, amigos, esposas… es una suma interminable de tristezas. Son familias enteras a quienes se les cambia la vida brutalmente, en algunos casos, las víctimas eran el sustento de ese hogar.

Confieso que he hecho un esfuerzo supremo, que las costillas parecen ensancharse dentro de mi cuerpo, que siento como se polvorizan mis entrañas cuando veo la foto de una madre ahogada en el llanto frente al cuerpo inerte de su hijo muerto en la calle… como un perro… tirado allí, sin respirar, sin hablar… sin reír… con ese maldito olor a sangre que se queda incrustado en tu olfato para cerciorarte que te ultrajaron tu vientre… que te partieron la vida en un antes y un después y nada, NADA, jamás volverá a ser igual.

Qué libro de autoayuda te libera de la zozobra de tener un hijo preso injustamente, expuesto a los peligros de estar allí bajo la vigilancia de perros cancerberos, seres sin escrúpulos envenenados de odio y resentimiento, convertidos en verdugos sin alma…. ¿Cómo?

Qué Psiquiatra, terapeuta, sicólogo puede con tanta pena?

De que me vale huir de aquí, si la vida se me va en la incertidumbre de pensar si vale la pena vivir a medias sin ilusiones y sin esperar que la puerta se abra y los vea llegar?...

domingo, 11 de mayo de 2014

QUE BAJE EL TELÓN (DIARIO DE UNA AGONIA 104)



Como un alma en pena recorro con la memoria los rincones de mis recuerdos. Hoy he sentido su presencia por toda la casa, quizás él puede sentir como me siento y también se que él siente el dolor de otras madres que como yo, estamos desangradas.. viviendo la media vida.

Hoy me escribió temprano en la mañana Karim Valecillos, la escritora de la obra de teatro  “Jazmines en el Lídice” una emotiva obra que presentó TUMBARRANCHO que cuenta mi historia y la de miles de madres que hemos sido victimas de la violencia, ella se acordó de mi y de MI TANER, me escribió para solidarizarse conmigo y con todas las madres que como yo sentimos que continuar nuestras vidas más que una lucha,  es un esfuerzo sobrehumano que nos exige demasiada energía. Es como una obra teatral con escenas mal montadas y espectadores que a veces nos exigen más de lo que nuestras almas pueden dar, muchas de nosotras solo esperamos que baje el telón y se apaguen las luces... 

 Ese mensaje de Karim es un mensaje que me dice: Su nombre está en el recuerdo de mucha gente…

 Hoy es un día para hurgar en las heridas de la ausencia eterna que nos confirma una y otra vez que pertenecemos a un renglón sin nombre, sin clasificación… “cuando una mujer pierde a su madre se le llama huérfana, si pierde al marido se le dice viuda, pero ¿cómo se le dice a una mujer que ha perdido a su hijo?”

Como se califica a todas esas madres que hoy, permanecen frente a las cárceles impotentes con la angustia de saber el peligro que corren sus hijos sin saber  la pena a la que se enfrentan injustamente, invadidas por la rabia de pensar que pueden hacerles más daño aún sin  siquiera la oportunidad de ofrendar sus vidas por la de ellos?. Como llamar a las madres que hoy permanecen en las puertas de un hospital rogando por la salud y la vida de sus hijos enfermos, o heridos? Y de que manera llamar a esas madres que hoy recorren el horror de los cementerios… sin otra esperanza que la fe de que quizás al final de nuestras vidas podamos juntarnos con nuestros hijos…

24 horas tiene el día, apenas es la mitad, espero que pase rápido…