domingo, 31 de mayo de 2015

MADRES DE LUTO POR LA VIOLENCIA: QUE BAJE EL TELÓN (DIARIO DE UNA AGONIA 104)

MADRES DE LUTO POR LA VIOLENCIA: QUE BAJE EL TELÓN (DIARIO DE UNA AGONIA 104)

La Ciudad tambien muere... DIARIO DE UNA AGONIA (106)



Ayer te recordé mucho más que siempre. Conduje por la ciudad y miré su indiferencia, la ciudad no sabe que te fuiste, no sabe de tu ausencia. La ciudad sigue su rutina como si nada hubiese pasado.

Veo a la gente caminar como zombis, con la mirada perdida, sin rumbo, algunas plazas albergan en sus bancos a mendigos que no tienen hogar, las paradas de los buses repletas de gente que en sus rostros reflejan frustración, cansancio y dejadez.

Anocheció y el ritmo se volvió pesado. Entendí que amanece y anochece y la ciudad aún no sabe que te has ido para siempre, miro por la ventanilla del carro y me da igual sus calles sucias, sus negocios cerrados y quebrados, sus aceras huecas, sus mendigos y jóvenes maromeros en los semáforos a los que tú siempre me obligabas a darles dinero, sus vendedores de comida ambulantes que ahora se han multiplicado… en realidad también para mí la ciudad ha muerto.

Recuerdo la pasión con la cual hablabas de esta ciudad, de defenderla de los malhechores, hablábamos por horas de hacer conciencia ciudadana, de brindar esperanzas a los desposeídos, de limpiar sus calles, de embellecer sus plazas, de organizar a los artistas callejeros. Y anoche después de manejar en silencio por esta ciudad, sentí su indiferencia, ella no sabe de ti… ella se está muriendo sin dolientes.

Todos los días asesinan más de 60 personas en este país, hace días asesinaron a un médico oncólogo infantil, sé que debes estar fúrico , porque estas cosas te enfurecían tanto como a mí, cada vez que asesinan a alguien valioso es como si te asesinaran otra vez, una y otra vez revivo la tragedia y la impotencia… otra vez es la misma pesadilla.

 Leo libros y converso con “expertos” que me aconsejan que pase la página… que la vida sigue y yo me digo ¡Eso es lo malo, que la vida sigue! Y siguen las injusticias, y sigue el dolor, y parece que los malos triunfan y entonces no veo el final feliz de los cuentos entre el bien y el mal…

Te marchaste y continuo a veces con poca fuerzas la lucha pero nos gana la indiferencia, la indiferencia de los ciudadanos, de las autoridades y la indiferencia de la ciudad que amaste y que hoy se desvanece entre las sombras, las calles sucias, las aceras rotas, los árboles caídos, los mendigos y los zombis…

Tú te has ido y para mí se ha ido todo.