viernes, 31 de enero de 2014

DICIEMBRE, ENERO Y.... FEBRERO (Diario de una agonia 101)



Entro y salgo, recibo muchas personas al día, converso, como, me siento y me levanto, trabajo corrido, me rio, camino… me aturdo, me ausento, me elevo, me escapo, huyo  y vuelvo.

En medio del espejismo que construyo en apariencias frente a los demás, retorno a la realidad, a la cruel realidad, no importa cuánto agote mi cuerpo al final mi espíritu está envuelto en la soledad, en el dolor, en la rabia, en la impotencia… 

¿Cuánto dura la ausencia? ¿es eterna?

Por mucho que haga no logro desatar ese nudo apretado justo en mí estomago que a veces pesa y se arrastra conmigo como arañando el piso, arrastrando los pies de tal manera que me duelen, como me duele el alma…

Falta pocas horas para el cumpleaños de mi hija, estamos volviendo a transitar los últimos días de mi HIJO, DE MI TANER… mentira que el tiempo cura las heridas, mentira… cada año es peor, cada año, cada día, cada mes solo confirma su ausencia… el silencio de su risa, el olor de su cuerpo, el sonido de su voz…

Hablamos como en claves… todas fingimos, Anaís, Moralís, Mayra, la Tanya y yo…. Simulando la una para que la otra no sepa que estamos muriendo en vida… ¿y Lari? 

Diciembre;  mi hermana, enero;  mi madre, febrero; mi hijo…  SON FECHAS QUE ME MARCARON.. que me hunden… o mejor dicho que nos hunden, que nos agobian, que nos destrozan y nos ubican en nuestra realidad. 

Mi hija cumple años de edad y mi hijo cumple años que me lo arrebataron… unos malditos decidieron acabar con su vida… y acabaron con la mía, con mi paz, con mi mundo, ahora mi mundo es irreal… es una maldita pantomima que consume mis energías, que me condena a una farsa, a un teatro donde el maldito telón nunca baja… siempre estoy en función… siempre actuando, ya parezco una momia... 

Mi hija me dice: "nunca más mi cumpleaños es como yo quiero, nada es como yo quiero! odio este país que no me da nada.. solo me quita, nada es igual, en realidad es una mierda.... "

la oigo y me siento cansada… agotada.

martes, 14 de enero de 2014

LOS MALOS SIEMPRE GANAN.. (DIARIO DE UNA AGONIA )



El martes me desperté tarde y como siempre revisé mi teléfono, tenía varios mensajes y en particular uno de Hallison que decía “viste la tragedia de Mónica Spear?”

Comencé a buscar información y a medida que transcurría el día me iba llenando de más horror. Habían asesinado a la ex Miss Venezuela y a su esposo la noche anterior para robarlos, demás está decir la convulsión que en los medios de comunicación ha tenido éste atroz crimen perpetrado contra una familia que creía aún en el país y quisieron recorrerlo para mostrarlo a su hija de 5 años que ahora engrosa la larga lista de huérfanos y huérfanas que desaparecen en el anonimato de víctimas de la violencia porque no cuentan para las estadísticas.

Tampoco cuentan las viudas, las madres, padres, hermanos, las hermanas, los amigos y todos los dolientes que convergen en el dolor de las pérdidas humanas, por cada asesinado hay al menos 10 víctimas directas, familias destrozadas a quienes les cambian la vida porque después de ésta tragedia, comienza la agonía. 

Con éste crimen que tocó a la opinión pública, se mostró al mundo el rostro de la violencia que vivimos a diario los ciudadanos decentes, una parte del país que sobrevive subyugada a la otra parte que se divide en varios subgrupos:  los que delinquen de todas las formas posibles junto a  los que con el poder abusan, los otros que apoyados desde el poder tienen licencia para matar y además existe  una parte de esa población que concientes  o no, algunos por convicción y la gran mayoría por intereses personales son los verdaderos cómplices de estos delitos.

Al día siguiente del crimen de la familia Berry Spear asesinaron a un profesor del Pedagógico de Caracas y a su madre dentro de su vivienda. Fueron masacrados a puñaladas y no puedo evitar pensar en los últimos minutos de éstas víctimas sabiéndose a merced de estos sanguinarios, el estrés tan grande del hijo al ver como atacaban a la madre y la madre viendo como acababan con la vida de su hijo… es doblemente cruel, es terriblemente cruel y despiadado.

Hay saña en cada acto de éstos, siento que nos hemos deshumanizado. 

Tenía una semana encerrada en mi casa, me sentía devastada, pero más devastada me siento por la impotencia de ver a mi hija romperse en mil pedazos acorralada por la desesperanza. Demasiadas malas noticias cada día y lo peor;  no hay un indicio de que vayamos a salir de esta pesadilla, el país se convirtió en un drama, una suerte de novela de terror donde siempre ganan los malos.